sábado, 11 de agosto de 2007

Fidel Castro - Testimonio de los días previos a Playa Giron

Percibíamos la inminencia del ataque. No se puede decir que conocíamos fecha exacta, pero percibíamos toda una serie de síntomas de lo que iba a suceder.
Habíamos trabajado intensamente en las semanas anteriores, fue enorme el esfuerzo de organización y preparación de personal que se llevó a cabo, cientos de miles de personas fueron organizadas, entrenadas y armadas en unas cuantas semanas. Las armas venían llegando a ritmo rápido y llegaron oportunamente. Podemos decir que unas cuantas semanas antes de la invasión arribaron gran número de piezas de artillería terrestre, artillería antiaérea, artillería antitanque, tanques y cañones autopropulsados; y habíamos logrado reunir cientos de miles de armas, la mayor parte de las cuales era socialista, puesto que nuestros intentos de adquirir al principio ciertos lotes de armas en Europa occidental fueron saboteados {...}
Las armas recibidas en vísperas de la agresión no estuvieron muchos días guardadas en los almacenes. Se aceleró todo el proceso de organización de batallones. En aquella época, la unidad mayor de que disponían nuestras fuerzas armadas era batallón: batallones pesados, batallones ligeros, que era como le llamábamos, en dependencia del armamento. Se hizo todo un programa de formación de cuadros, de entrenamiento del personal, un programa acelerado; porque había un puñadito de técnicos, especialistas soviéticos y checos, pero aquel programa de preparación de personal para hacer uso de todas aquellas armas era un programa largo. Las primeras baterías se suponía estarían listas al cabo de varios meses, y ya teníamos armamento para cientos de baterías; la circunstancia era especial, la situación era de emergencia. En los mismos campamentos donde estaban entrenándose las primeras baterías, hablamos con los milicianos y les dijimos: lo que ustedes aprendan por la mañana tienen que enseñarlo por la tarde. Reclutamos miles y miles de combatientes para formarlos como artilleros, los escogimos voluntarios entre las distintas unidades ya organizadas.